17 de octubre de 2010

Cierzo. Es octubre.

No sé si eran mis ganas por regresar a la tranquilidad de los fines de semana estándar, el hecho de haber empezado de nuevo con los estudios dos días antes o simplemente el frío con el  que el cierzo se ha estrenado estos días la causa de que el último fin de semana de las Fiestas del Pilar de este año hayan sido, al menos a mi parecer, un tanto "distintas".

Si bien era cuestión de tiempo que nuestro querido compañero de fatigas, el frío y cortante cierzo, acudiera a la cita, parece que ha sorprendido a casi todo el mundo. Era gracioso contemplar días atrás gente en camiseta de manga corta y pantalones piratas, y demás prendas que no dejan lugar a la imaginación junto a paseantes enfundados en acorazados de abrigos, gabardinas y bufandas. Yo mismo, de hecho, me sorprendía o bien llevando cazadora y chaqueta en sendos brazos o tiritando bajo la fina capa de algodón de una camiseta de manga corta sin nada más que ponerme encima. Pero al parecer ya no hay vuelta atrás. Se acabó lo de fingir que nos queda algún día de verano que se había quedado dormido.  Estos días  tocaba refugiarse en un abrazo para recuperar -o compartir- el calor cruzando la urbe en sus últimos latidos de fiesta hasta el año siguiente, o bien tras cafés con leche calentitos al ritmo de buena música -The Beatles, cómo no-  en el sofá, en casa, con tu persona favorita.

2 mentes se han parado:

Natalia dijo...

"Sabes que cuando empiezo a caminar, ya no tengo frío. Es tu frío el preocupante". Merece pasar frío por tardes como estas ^^

http://www.youtube.com/watch?v=MwLYSLcpeog

Cel dijo...

yo me tengo que conformar con mi perro que me sirve de calefacción con patas T_T!