13 de abril de 2011

Siempre presente

Tendría como 4 o 5 años –ya no me acuerdo- y, como siempre, y aun todavía, llevaba puesto el pijama un sábado a la una del mediodía. Mi madre estaba ocupada y mi padre también. No sé que demonios debían estar haciendo. Estaba con mi abuela, en el salón y me tenía que vestir. Así que en un alarde de espontaneidad comencé a correr y deslizarme con la antigua alfombra que teníamos allí, mientras tarareaba una canción y me quitaba la ropa.
Recuerdo de cómo se reía mi abuela.
Con este feliz recuerdo, probablemente de los mas antiguos que guardo de ella, quiero despedirme, abuela.
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Pero, ¿qué es la vida si no terminara? Somos como castillos de arena, a fin y al cabo.

Jimi Hendrix - Castles Made Of Sand

3 mentes se han parado:

Rocío dijo...

Los recuerdos son lo más valioso que tenemos Guille, son tuyos tuyos, a tu manera y con tu misma forma. Son casi como la sombra. Y podemos volver a ellos una y otra vez.
Atesóralos para siempre :)

Un beso.

Elisa dijo...

al final los recuerdos es lo unico que tenemos siempre con nosotros y a donde podemos volver siempre que queramos y en cualquier momento... son de lo mas importante
:)

Natalia dijo...

De mi abuelo recuerdo esa vez que quiso dejarse barba; recuerdo que leía mis historias con una lupa enorme que hacía que los puntos se transformasen en comas; recuerdo que un día vino a mi colegio a darnos unas charla y nos contó cómo jugaba con las canicas; recuerdo una caja de minerales que empezó a coleccionar cuando aun vivía el siglo XX; también recuerdo que me enseñó a imprimir; recuerdo todas sus llamadas para mi cumple, sus comentarios cariñosos y su voz ahogada.

Pero sobretodo lo recuerdo a él, Guille.
Y eso es lo importante.